EL SONIDO
Si te fijas, cuando se toca la cuerda de una guitarra, esta se mueve hacia un lado y hacia otro, es decir vibra. En este caso, el sonido se produce por vibraciones que pasan al aire en forma de ondas sonoras. El sonido viaja a través del aire.
El sonido también viaja a través de los líquidos, como el agua ¡Cuando buceas también escuchas sonidos!, o a través de sólidos, como la madera o la tierra, ¡los indios se apoyaban en el suelo para escuchar el ruido del galope de caballos!
Por lo general, el sonido se mueve a mayor velocidad en los líquidos y en los sólidos que en los gases. Para poder escuchar un sonido, el oído debe recoger las ondas sonoras. Después de recorrer el oído, las ondas sonoras llegan en forma de “señales” al cerebro. Finalmente, el cerebro interpreta estas señales y escuchamos el sonido, es decir, se produce la audición.
Además, tus oídos son capaces de distinguir muchos tipos de sonidos con diferentes características, como agudos o graves, fuertes o débiles.
LAS PARTES DEL OÍDO
El oído es uno de los órganos de los sentidos. Mírate a un espejo. ¿Qué puedes ver de tus oídos? La mayor parte del oído no se ve a simple vista. Está dentro de la cabeza, en el cráneo.
Mira la ilustración. El oído está como en una cueva profunda formada por hueso que está dividida en tres zonas. La que está más cerca del exterior se llama oído externo. La que está en la mitad, oído medio. La que está en la zona más profunda, oído interno.
El oído externo: Es la única parte del oído que podemos ver. Está formado por la oreja y un conducto estrecho, el conducto auditivo externo. La oreja tiene esta forma para poder recoger mejor las ondas sonoras. El conducto auditivo externo está recubierto por piel y protegido por pelos y cera. El fondo del conducto está cerrado por una membrana, el tímpano. ¡Aquí empieza el oído medio!
El oído medio: Está dentro de una pequeña cavidad excavada en los huesos del cráneo. En el oído medio está el tímpano conectado a tres huesecillos (martillo, yunque y estribo).
El tímpano es una membrana que separa el oído externo del oído medio. El tímpano vibra igual que lo hace la piel de un tambor. Apoyado sobre el tímpano empieza una hilera de tres huesecillos que se articulan unos con otros. El nombre de cada uno de estos huesos se debe a su forma.
Así, con forma de martillo y apoyado sobre el tímpano está el martillo. El martillo se articula con otro hueso pequeño, el yunque. ¿Has visto en alguna película de la época medieval como daban forma a las espadas golpeándolas con un martillo sobre un bloque de hierro? Este bloque de hierro era un yunque. El yunque se articula con otro hueso muy pequeño, el estribo. ¡Seguro que también has visto como los caballeros subían al caballo apoyando el pie en una pieza de metal que colgaba de la silla! Esta pieza es un estribo.
A continuación del estribo hay otra membrana muy fina que separa el oído medio del oído interno. Esta membrana tapa la ventana oval, que es la entrada al oído interno.
El oído interno: Está formado por dos partes: los conductos semicirculares y una estructura con forma de caracol.
El caracol contiene líquido. Dentro del caracol hay células que captan las vibraciones y las convierten en señales que se envían por un nervio, el nervio acústico, al cerebro. El cerebro interpreta estas señales y tú puedes escuchar el sonido.
En el oído interno también están los conductos semicirculares. Estos no participan en la audición. Están relacionados con el equilibrio. Estos conductos están también llenos de líquido y envían información de nuestra posición (tumbado, de pie) al cerebelo.
EL VIAJE DEL SONIDO DENTRO DE TU OÍDO
Vamos a viajar dentro de tu oído. Imagina el rugido de un león. El aire lleva este rugido hasta tu oreja. ¡Grrr! llega a la oreja y se introduce por un conducto, el conducto auditivo externo. Pero, ¡cuidado! ¡Grrr! choca y rebota sobre una membrana que cierra todo el conducto, el tímpano.
El choque hace que el tímpano vibre y esta vibración hace que toda la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo) del oído medio se mueva también. La vibración que ha producido ¡Grrr! ya no se transmite por el aire sino por un medio sólido, los huesecillos. ¡Grrr! llega ahora hasta la entrada del oído interno, la ventana oval.
¡Ya hemos llegado al oído interno! La ventana oval también vibra y transmite la vibración al interior del caracol. Ahora, la vibración se transmite por un medio líquido. Dentro del caracol esta vibración hace que unas células envíen señales al cerebro por el nervio acústico. El cerebro interpreta estas señales y nosotros escuchamos, al fin, ¡Grrr!
EL EQUILIBRIO: El oído también cumple una función muy importante. Informa al cerebelo de tu posición en cada momento. Los conductos semicirculares envían está información a través del nervio acústico. El cerebelo responde con órdenes que envía a tus músculos para que mantengan el equilibrio.
¿QUÉ LE OCURRE A MIS OÍDOS?
Es posible que alguna vez hayas tenido un dolor fuerte de oídos. En la mayoría de los casos se debe a una inflamación del oído, una otitis. Una de las causas más frecuentes de otitis son las infecciones. Las otitis pueden afectar a todas las partes del oído.
Es importante que cuides tus oídos. No debes introducir ningún objeto por el conducto auditivo ya que podrías romper la membrana del tímpano o producir una infección. Debes tener cuidado con los sonidos demasiado altos, cuanto más lo son más intensamente golpean el tímpano y más fuerte es el sonido que percibes. Los sonidos muy fuertes pueden dañar tus oídos.
¿Cuántas veces al viajar has notado una sensación desagradable en tus oídos, algo así como si se taponaran? En el oído medio hay también otro conducto, la trompa de Eustaquio, que comunica la zona de la cavidad de la nariz y la faringe con el oído. Esta sensación se debe a la obstrucción de este conducto.
LA SORDERA: A veces, te encuentras con personas que no pueden oír bien o que no oyen nada. La sordera puede existir desde que naces. Otras veces, la capacidad de oír se pierde como consecuencia de algunas enfermedades. Existen muchos tipos y grados de sordera.
Para que las personas sordas puedan comunicarse se ha desarrollado un lenguaje con las manos, el lenguaje de los signos. También existen unos aparatos, los audífonos, que mejoran la capacidad de audición de algunas personas. La sordera te aísla mucho del mundo que te rodea. Es muy importante que ayudemos a las personas sordas a integrarse en la sociedad.

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